INTELIGENCIA EMOCIONAL, CLAVE EN LA PRODUCTIVIDAD
Hemos realizado varios conversatorios en los que traemos como tema el “Manejo de las Emociones”, como un elemento que marca diferencia para el bienestar personal, familiar y organizacional.
Ha sido una sorpresa encontrar que es un tema de impacto, ya que “las emociones se contagian”, tal como lo citan varios autores; esto significa que cada día en el espacio en el cual nos encontremos tenemos la posibilidad de “contagiar, o ser contagiados” por las emociones de quienes nos rodean. Es por esto que evidenciamos en ese intangible llamado “Cultura”, que algunos equipos de trabajo tienen estándares muy altos e interesantes para el logro de sus objetivos, y se identifica sinergia y contribución individual y grupal; en cambio en otros momentos compartimos en empresas con personas orientadas a la queja y a la identificación de obstáculos para avanzar hacia la meta.
Lo anterior nos ha llevado a confirmar que sin duda alguna la inteligencia emocional es un factor clave en la productividad, pues en la medida que se tenga una sana salud mental, se podrá dar manejo a las situaciones difíciles con más contundencia y celeridad. No se trata de ocultar las emociones, ni mucho menos de hacerlas a un lado, la invitación es a fortalecer nuestra inteligencia emocional diariamente para lograr relaciones de más impacto y así mismo lograr momentos que enriquezcan nuestra vida, nuestros equipos, nuestra familia y nuestra organización.
Para profundizar en este interesante tema, invitamos a referenciar al Doctor Daniel Goleman, quien cita en su libro La inteligencia emocional: “En principio, el impulso es el instrumento de la emoción, la semilla de todo impulso es un sentimiento que estalla por expresarse en la acción. Quienes están a merced del impulso – los que carecen de autodominio – padecen una deficiencia moral, la capacidad de controlar el impulso es la base de la voluntad y el carácter”.