¡NUESTRAS ORGANIZACIONES ESTÁN ESTRUCTURADAS EXACTAMENTE AL REVÉS!
Los procesos que activamos para atender las necesidades de nuestros clientes son totalmente horizontales, sin embargo, nuestras compañías tienen modelos verticales y especializados; pero lo peor es el rompimiento de la comunicación entre ellos y la falta de coherencia y consistencia (objetivos compartidos).
Entonces… ¿es mala la especialización de las funciones? ¡Por supuesto que NO!, la especialización es la fuente del progreso humano, necesitamos de otros para dedicarnos a nuestro trabajo, de hecho, la especialización es la mejor muestra de colaboración.
Imaginemos, para disfrutar un buen café, tener que trabajar en el ciclo completo desde el cultivo, hasta el servicio de ponerlo en la mesa…¿suena tonto?, la clave está en otro sitio…..¡Necesitamos un director de orquesta!, el director del siglo XXI debe estar “desconcentrado” del objetivo, debe estar “enfocado” en lograr que se construyan puertas de comunicación en dos vías:
La primera al interior de la compañía para que los especialistas generen flujo de trabajo efectivos para el servicio; la segunda vía es la comunicación con los interesados externos, los proveedores como fuente fundamental de un servicio con alto nivel de excelencia y los clientes como parte de la prospectación real y colaborativa de un modelo de negocios que TIENE QUE SER CONJUNTO.
La segunda gran tarea es la coordinación, la coherencia en la ejecución, la cual está dada por la capacidad de “quitar las piedras del camino” para que equipos autogestionados puedan fluir y coordinar su propio servicio hacia el cliente interno y externo.
En resumen, necesitamos directores que “gerencien andando” (Tom Peters) y que consuman un porcentaje muy importante de su tiempo asegurando los canales de comunicación y coordinando para despejar el camino de un “SERVICIO FLUIDO”.