COLABORAR ESTÁ EN NUESTRA ESENCIA
¿Qué fue lo que nos potenció y diferenció del resto de los animales?
En los albores de la paleontología muchos científicos manifestaron que nuestra capacidad en el uso de las herramientas fue el diferencial y la base de la conexión para nuestro desarrollo intelectual, otros plantearon que la capacidad de vivir en comunidades sociales arraigadas, nos permitió dar el salto cognitivo; pienso que la combinación de ambas tuvieron impacto, sin embargo, a esa fuerza de relacionamiento social hay que sumar una chispa en la cual las comunidades empezaron a tener objetivos comunes y sueños conjuntos, y más que eso, empezaron a trabajar para lograrlos.
Al principio las metas buscaban el cubrimiento de las necesidades básicas, con el paso del tiempo, las mismas fueron evolucionando, al mismo ritmo que nuestra capacidad cognitiva, hasta encontrar sueños complejos que necesitaron colaborar con más amplitud, es decir, de lazos muy cercanos y con pocas personas pasamos a colaborar en redes extensas y con sujetos casi desconocidos, lo cual nos permitió generar crecimientos exponenciales en nuestro desarrollo como sociedad.
Podemos concluir entonces que el impulso real de nuestro desarrollo y lo que nos diferencia del resto de animales es la capacidad de colaborar a gran escala, generando redes de confianza que nos permiten alcanzar sueños maravillosos y crear escenarios propicios que catapultaran lo inimaginable en el futuro.