Día de la Mujer, para celebrar que somos mejores en complemento con el hombre
Marzo de 1957 las mujeres protestaron por las condiciones de vida y míseros salarios. Marzo de 1967, las mujeres denuncian explotación y deplorables condiciones de trabajo, debieron volver a sus fábricas con salarios menores que antes, eso era preferible a prescindir de un sustento. Agosto de 1910, se instaura la celebración del día internacional de la mujer. En marzo de 1911, 20.000 mujeres marchan y protestan por más salario y menos horas de trabajo, para entonces, trabajaban 16 horas, por pagos miserables. Ese día se produjo un incendio dentro de su fábrica donde fallecieron 146 mujeres. Esto no hubiera pasado si las condiciones de trabajo hubieran sido las adecuadas.
Ante este hecho, niños quedaron sin madre y sin padre, pues muchas eran viudas o sus esposos prestaban su servicio a la patria. Desde 1946, comienza el apoyo masculino y es en 1952 cuando la ONU, en acto solemne instaura el 8 de marzo como el día Internacional de la Mujer. Para entonces ya muchos hombres comprendían el verdadero valor femenino.
Las mujeres de hoy contamos con una posición privilegiada en la sociedad, tenemos salarios dignos, libertad de acción y derechos que no tendríamos de no ser por la lucha de las mujeres en los dos siglos anteriores.
La igualdad de género se ha logrado en medida importante, por eso pudiera no ser necesario celebrar el día de la mujer o del hombre, pues lejos de marcar diferencias, las mujeres y los hombres somos seres que se complementan entre sí, para formar familia y para sacar adelante empresas exitosas.
Sin embargo, vale la pena celebrar un día especial, para recordar la historia, rendir tributo a las mujeres valientes que dieron su vida y se sacrificaron para que gocemos hoy de los beneficios de igualdad que tenemos. Vale la pena celebrar este día para que nosotras mismas valoremos quienes somos y el relevante papel que tenemos en nuestros hogares y en nuestras organizaciones.