La Gerencia de Sueños
De una u otra manera, nuestra vida gira en torno a los sueños. Cada uno de nosotros, tiene la capacidad única de escudriñar el futuro, imaginar algo y luego actuar en el presente para hacerlo realidad. Los sueños son el plan permanente que mueve nuestra vida. Los hay de todos los tamaños y para ser realizados en distintas cronologías.
Todas las mañanas, cada persona llega, a su lugar de trabajo, cargada de ilusiones, de momentos imaginados en el futuro. Algunos se harán realidad, otros se volverán etéreos en su mar infinito de pensamientos. Otros serán esos sueños que desea realizar, pero no encuentra cómo hacerlo. Es ahí donde la participación activa de la organización puede marcar una gran diferencia. La Gerencia de Sueños, es un programa que se ejecuta en la compañía para ayudar a hacer realidad los sueños de sus colaboradores.
Cuando los líderes se ocupan de acompañar a sus colaboradores en la realización de sus sueños, estos se comprometen tanto con las metas de la empresa que todo cambia positivamente, entre muchos beneficios se logra lo siguiente:
- La cultura organizacional se vuelve clara y sólida.
- El ambiente laboral se torna participativo y colaborativo.
- La rotación del personal disminuye considerablemente.
- La productividad se multiplica.
- La empresa proyectará una imagen de activa participación social.
Se podría pensar que llegar a esto representa una alta inversión para la compañía, pero no es así. Cuando se habla de instaurar una cultura de sueños en la organización, lo que se pretende es que los colaboradores participen como equipo en los ideales de cada uno.
La cultura de sueños en la organización depende, básicamente, de dos factores: la capacidad de escucha y la canalización de recursos.
Para cada ser humano, ser escuchado es una necesidad vital. Escuchar a los miembros de nuestro equipo de trabajo aumenta el respeto y la confianza mutua, el clima laboral se mantiene en calma, los errores disminuyen, estos se manejan con asertividad y aumenta la productividad.
La dificultad para realizar los sueños, muchas veces tiene que ver con el desconocimiento de algunos aspectos relevantes para lograrlos. Por ejemplo, en una de las empresas en las que instauramos un programa de Gerencia de Sueños, uno de sus colaboradores deseaba que su hija cursara una carrera universitaria, pero lo veía como algo inalcanzable. Al compartir su sueño, uno de los miembros de su equipo escuchó y le manifestó conocer una fundación, creada por otra empresa local, que se dedicaba a apoyar jóvenes de escasos recursos. Aquella intervención redundó en que la joven se involucrara con dicha fundación y ésta le ayudara en la financiación de su carrera, pudo llegar a ser la profesional que sus padres deseaban y, además, adquirir formaciones de liderazgo que, con seguridad, la ubicarán en una mejor posición al incursionar en el mundo laboral.
Cuando un sueño se convierte en un plan que se realiza en equipo, favorece a todos sus participantes y todos crecen al unísono de los logros alcanzados.