Educar, consagrada labor de madres y maestros
Educar a una persona no es hacerle aprender algo que no sabía,
sino hacer de él, alguien que no existía.
-Jhon Ruskin-
El pasado domingo celebramos el día de la madre, un día muy especial del año en el que, esta vez, muchas madres no pudieron estar con sus hijos. Aun así, las demostraciones de afecto y reconocimiento no faltaron, porque todos sabemos que somos lo que somos, en gran medida, gracias a ellas, a su inmenso amor e incondicionalidad.
El próximo viernes 15 de mayo, celebraremos el día del maestro. También, los profesores y maestros que han pasado por nuestras vidas han hecho un gran aporte a quienes somos hoy. No podemos dejar de reconocer su labor, porque ser maestro o profesor es, por demás, una labor de gran entrega y compromiso.
La conmemoración se originó el 15 de mayo de 1950, día en que el Papa Pío XII, proclamó a San Juan Bautista de La Salle como el patrono de los educadores. La profesión de profesor o maestro, es la profesión que genera el resto de las profesiones. Ser profesor es un privilegio, porque en la memoria y el desempeño de una persona, estará siempre presente el paso de un buen docente por su vida.
Si bien a lo largo de los años esta profesión ha ido tomando diferentes matices, nada es comparable con el intempestivo cambio que tuvo gracias a las medidas tomadas para protegernos del COVID-19. Pasaron de compartir cada día en un amplio espacio, a impartir clases a través de una pantalla. De tomar lista y reprender a quienes llegan tarde, a ver una lista en el monitor. Se cambiaron los regaños porque los grupitos se juntan y no dejan dar la clase, por la preocupación de no saber si al otro lado del computador un chico atiende a la clase o duerme.
Este año, los maestros celebran su día sin presentes, ni agasajos únicamente con la incertidumbre de no saber si su nueva metodología tendrá la efectividad que tiene su presencia en el aula. Es una época en la que se acentúa el compromiso de impartir conocimientos y se desborda la creatividad para poder llegar a sus alumnos con contenidos que despierten su atención y generen el efecto que ellos esperan. La creatividad y el entusiasmo se han de maximizar en esta etapa, donde el cambio fue vertiginoso. Y sabemos que están ahí, día por día, dando lo mejor de sí para que nuestros hijos no se desconecten del aprendizaje y sigan formándose para que se conviertan en seres útiles a la sociedad que construirán un día.
Desde Visión y Enfoque, enviamos un afectuoso saludo a todas las madres y profesores, porque sin ellos no contaríamos hoy con las personas de las que nos hemos rodeado en nuestra organización. ¡Todos en algún momento somos maestros y buscamos dar lo mejor de nosotros mismos para impactar a los demás!