Diciembre, un mes para sentirse niños.
Llega diciembre, el mes de Navidad, el mes de las carreras, donde el tiempo no alcanza y los gastos se incrementan. El mes donde los compromisos familiares nos demandan un tiempo que, en ocasiones, no tenemos disponible. Y todo esto junto, le resta el placer a la época. Continuamente nos decimos: “Quisiera volver a ser niño para disfrutar de verdad la Navidad” o “Si no estuvieran los niños, preferiría que esta época no llegara” y terminamos concluyendo que son los niños los que dan sentido a la navidad, porque ellos sí que saben disfrutarla, porque ellos si saben qué es lo más importante.
Y pensar que todo esto es cuestión de manejar bien el tiempo. Brian Tracy, un gran orador y motivador canadiense, dice: “Nunca hay suficiente tiempo para hacerlo todo, pero siempre hay suficiente tiempo para hacer lo más importante”.
De eso se trata diciembre, de parar, hacer un alto en el camino, evaluar lo que hemos hecho y planificarnos para hacer lo mejor el próximo año. Un tiempo para volver a ser niños, encontrar el verdadero sentido a la navidad, mirar hacia el interior de nuestro hogar y comprender que todo el tiempo que le hemos robado durante el año, podemos retribuírselo en este mes. Un mes para darse cuenta de que no siempre lo urgente es lo importante y que lo importante debe estar primero.
¿Qué es lo más importante para ti hoy y cada día? ¿En qué lugar lo colocas? ¿Sabías que puedes manejar tu tiempo de tal modo que, hacerlo bien, se convierta en tu filosofía de vida?