Gestionando y acompañando el desempeño de nuestro talento humano
Por Ing. Diana María Said Cadavid
La Gestión del Desempeño es una de las principales herramientas que se utilizan en las empresas para promover el talento humano. A través de ella se pueden mejorar los resultados en los equipos de trabajo y motivar a las personas, maximizando así el talento de los colaboradores.
Muchas actividades se realizan alrededor de la Gestión del Desempeño, entre ellas: evaluar y medir, con los indicadores apropiados, para luego actuar en consecuencia.
Si esta función se hace adecuadamente, podremos mejorar muchos aspectos en las tareas que a diario realizan nuestros colaboradores. Se podrán definir las brechas existentes, hacer programas de capacitación, mejorar la comunicación, establecer objetivos conjuntos, entre otros. Sin embargo, el desarrollo de un sistema de Gestión de Desempeño, no es una tarea a la que se le pueda establecer un período determinado, es una labor constante que requiere compromiso y motivación permanente.
En la Gestión del Desempeño el seguimiento y el acompañamiento son las funciones que garantizarán la trascendencia de cualquier inversión que se realice en este sentido. Es así, como en cada organización ha de existir, permanentemente, una mano amiga que abre la puerta al colaborador y que le acompaña en su proceso, para que sea mejor cada día, es lo más relevante para lograr el éxito y la mejora continua.
Jack Welch, reconocido como el ejecutivo del siglo XX, en su libro Ganar, hace referencia a la diferenciación dentro de la organización:
“ ‘Diferenciación: Antipática pero Efectiva’ Las empresas triunfan cuando en ellas se establece una distinción entre las personas y los negocios de alto y bajo rendimiento, respectivamente. Los directivos deben alentar a los fuertes y distinguirlos de los débiles. Los beneficios de una empresa se resienten cuando todos sus negocios y empleados reciben el mismo trato.
La diferenciación es una forma de gestionar personas y negocios mediante la redistribución de los recursos. Requiere que los ejecutivos de una empresa sepan cómo llevarla a cabo e inviertan más en las personas, los negocios o líneas de productos más valiosos. Así, todo el personal de una empresa debe ser evaluado y el mejor 20% del mismo recibir un tratamiento de estrellas. El 70%, situado en un nivel medio, tiene que verse motivado y recibir la formación y ayuda necesarias para aumentar su experiencia y conocimientos. El 10% restante tiene que marcharse.”
Es así, como todos los líderes de la organización son llamados a manifestar un permanentemente y genuino interés en los objetivos de la empresa y en las aspiraciones personales de sus colaboradores. Establecer las estrategias adecuadas para conseguir que el ejercicio de los empleados sea el mejor y se encuentres felices en su labor.
¿Cómo estás acompañando la Gestión del Desempeño en tu organización?